No es fácil pedir perdón cuando hemos fallado. No es fácil admitir nuestros errores. Ni volverl a empezar cuando "nuestro mundo" se nos ha derrumbado. Tampoco es fácil ser constante y considerado. Ni lo es tener éxito y prosperidad y no envanecernos por ello. No es fácil dominar nuestras pasiones y nuestras debilidades. Nada de esto es fácil, sin embargo, puede lograrse ya que lo valioso se obtiene con esfuerzo y no yendo por el camino fácil.
Fuente: 5 minutos más contigo, de Helen Hernández, editorial EDAMEX.
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